Nº 7: Escucha esto: "Catone in Utica" de Leonardo Vinci



 Leonardo Vinci

ESCUCHA ESTO: "CATONE IN UTICA" DE LEONARDO VINCI
por SERGIO FRANCO, profesor de VIOLÍN del CPMAVGH

LINK A UNA VERSIÓN EN SPOTIFY

El 19 de enero de 1728 tuvo lugar el estreno en el Teatro delle Dame de Roma de la ópera Catone in Utica, escrita por Pietro Metastasio y musicada por Leonardo Vinci. En esa época todavía estaba en vigor el decreto dictado en 1588 por el Papa Sixto V que prohibía la actuación de mujeres en los escenarios romanos, por tanto el elenco del estreno fue exclusivamente masculino. Esta cuestión motivó una consecuencia particular en la ópera seria, una plantilla de cantantes repleta de castrati, que no sólo representaban los papeles de héroes, siguiendo las pautas habituales, sino también los femeninos, por lo que las voces naturales masculinas de tenores, barítonos y bajos únicamente se destinaban a personajes de villanos y viejos. De esta forma, en Catone in Utica, los castrati asumen los roles masculinos heroicos de Cesare y Arbace, así como los femeninos de Marzia y Emilia, mientras que los tenores toman el papel del anciano que da título a la ópera y del malvado legado del senado romano Fulvio. De los cantantes del estreno romano
destacan los de los tres papeles principales: Cesare fue creado para el célebre castrado Giovanni Carestini, quien más tarde cantaría para Händel en Londres; el de Marzia, para Giacinto Fontana, especializado en personajes de mujer y al que su apariencia femenina le hizo ganarse el sobrenombre de "
il Farfallino", mariposilla; y el anciano Catone se compuso para el tenor Giovanni Battista Pinacci. El resto del elenco se completó con los castrados Giovanni Ossi y Giovanni Battista Minelli, en los roles de Emilia y Arbace respectivamente, y con el tenor Filipo Giorgi para el personaje de Fulvio. 

El tragedia de Metastasio

La temporada de 1728 fue bastante sombría en la escena romana, la disensión por el nombramiento de cardenales entre el Papa Benedicto XIII y Juan V, Rey de Portugal, desemboca en una disputa que provocó la prohibición de los carnavales, así como banquetes, fiestas y diferentes actividades de ocio. La visita a Roma de Violante de Baviera, duquesa de Toscana, junto a su sobrino Clemente Augusto arzopisbo-elector de Colonia, suscitó el levantamiento de esta prohibición durante el tiempo que permanecieron en la ciudad. La princesa bávara fue la dedicataria del libreto de Metastasio, siendo el primer drama que escribió específicamente para Roma, y en el que, según Charles Burney, el poeta "eligió el tema deliberadamente para complacer a los romanos, suponiendo que debería ganar tanto aplauso como gratitud al mostrar la virtud de uno de sus héroes propios". El argumento está basado en un episodio de las guerras civiles de César y Pompeyo, la derrota de las fuerzas republicanas de Marco Porcio Catón el Joven por las de Julio César en el año 46 a.C.

Si bien la concepción histórica del drama se puede encontrar en los Moralia escritos por Plutarco a finales del siglo I y principios del II, la mayor parte de la acción tiene una leve conexión con los hechos narrados por el historiador griego transformados con el fin de dotar de más dramatismo a la obra. Un ejemplo de esto es la elección que toma Metastasio de reemplazar a los hijos de Catón por una hija y el suegro de Pompeyo por su viuda para proporcionar un mayor interés amoroso. Gran parte de la tragedia per musica metastasiana deriva de la obra teatral Cato, a Tragedy escrita por el dramaturgo inglés Joseph Addison (1672-1729) en 1712 y traducida al italiano en 1715, publicándose ese mismo año en Florencia. Metastasio toma prestado de la obra de Addison la imagen del viejo senador Catón como el último bastión de las virtudes de la antigua República Romana, y el personaje de Juba, príncipe de Numidia, como el enamorado de Marcia, hija de Catón, aunque cambiándole el nombre por el de Arbace para un mejor encaje musical.

Pietro Metastasio

De nuevo Burney expone cómo los esfuerzos de Metastasio para que su obra agradase a la audiencia del Teatro delle Dame fracasaron y su Catone in Utica "fue rápidamente atacada por el humor satírico de los romanos". La ubicación novedosa del tercer acto, en un campamento militar a orillas de un río, apartado de los entornos palaciegos o pastorales habituales de la ópera seria, además del trágico e innovador final, considerado ofensivo por la aparición en el escenario de un Catón moribundo tras apuñalarse a sí mismo, no fueron bien aceptados por el público romano. En respuesta a estas críticas, el propio Metastasio se defendía atacando de "muchedumbre envidiosa" que "acusa a mi Catone de demasiado realismo y arrogancia". A pesar de este primer impulso de orgullo, Metastasio ideó un final alternativo en el que no se muestra la muerte de Catone en escena sino que es contada a través de un recitativo de Marzia.

El tema central del libreto de Catone in Utica se sitúa en la querella entre la antigua Roma republicana, personificada por Catone, y el nuevo Imperio Romano, encarnado por Cesare. Esta lucha por el concepto de la Roma del siglo I a.C. se enriquece con la trama que desarrolla el amor de la hija del defensor republicano, Marzia, por el adversario imperial de su padre. Tanto desde una perspectiva de la política de la península itálica del siglo XVIII como observando su sentido alegórico se podría interpretar el antiguo republicanismo romano de Catone como símbolo de las ciudades estado, Venecia o Génova, mientras que los reinos italianos de los Habsburgo y los Borbones, Milán y Nápoles, se ven representados por el imperialismo romano de Cesare. Asimismo la constante actitud de Marzia intentando reconciliar a Cesare con Catone, personificaría al Papado tratando de mediar entre estas facciones. La habilidad diplomática de Metastasio manifiesta esta alegoría política retratando a los tres protagonistas, Catone, Cesare y Marzia, como roles con un halo positivo, y mostrando a Arbace, Emilia y Fulvio como personajes intrigantes y vengativos que impiden el entendimiento entre las posturas enfrentadas.

Tras el estreno romano de la ópera de Leonardo Vinci, hasta treinta compositores pusieron música al libreto metastasiano de Catone in Utica. Leonardo Leo en diciembre del mismo año 1728 en el Teatro de San Juan Crisóstomo de Venecia, Johan Adolph Hasse en 1731 en el Teatro Reggio de Turín, en 1737 Antonio Vivaldi en el Teatro Filarmónico de Verona, Niccolò Jommelli en el Hofoperntheater de Viena en 1749 y posteriormente en 1754 en su homónimo de Stuttgart, el San Carlo de Nápoles en 1761 con música de Johann Christian Bach, Mannheim en su Hofoperntheatre en 1770 por Niccolò Piccinni, de nuevo el teatro napolitano en 1789 con música de Giovanni Paisiello, así como el pastiche londinense dirigido por Georg Friedrich Händel en el King’s Theatre con arias de Vinci, Leo, Hasse, Vivaldi o el propio Händel fueron algunos de los compositores y teatros que vivieron estrenos de diferentes versiones del libreto de Pietro Metastasio a lo largo del siglo XVIII.

La partitura de Vinci

Catone in Utica fue la primera de las cuatro óperas en las que colaboraron Leonardo Vinci y Pietro Metastasio por encargo del Teatro delle Dame. Tras ésta llegaron los estrenos de Semiramide reconosciuta, el 6 de febrero de 1729, Alessandro nell’Indie, el 26 de diciembre del mismo año, y Artaserse, el 4 febrero de 1730. El nivel de inspiración musical se mantiene alto a lo largo de toda la obra, tanto en arias como en recitativos, ya sean en estilo secco o accompagnato, estos últimos particularmente expresivos.

En el primer acto destaca la presentación de los personajes de Arbace y Fulvio, los amantes resignados de Marzia y Emilia, con sendas arias de ambiente lánguido, un lírico alla breve en mi mayor en Che legge spietata para el primero y un nostálgico minueto en sol menor para el segundo en Piangendo ancora. En ese mismo ambiente melancólico se desarrolla el aria de Cesare Chi un dolce amor condanna, diseñada para mostrar las características de la bella voz de Carestini.

El segundo acto, plagado de arias de bravura, comienza con una fuga alla breve titulada Va, ritorna al tuo tiranno, en la que Catone le informa a Fulvio de su negativa a pactar la paz con Cesare. En una escena posterior, tras las tentativas de Cesare de convencer a Catone, el general romano se prepara para la guerra con el aria Se in campo armato, con una instrumentación con trompeta, trompas y timbales, así como portentosos efectos de coloratura virtuosística para el lucimiento absoluto del castrato. Otro ejemplo de aria agitada en este segundo acto es la furiosa reacción de Catone en el aria Dovea svenarti allora, tras admitir Marzia el amor que siente hacia Cesare, su enemigo. Vinci muestra el enfado del anciano senador con frases cortas y grandes saltos descendentes en la inquietante tonalidad de sol menor.

Con respecto al tercer acto, hay tres cuestiones en la partitura a destacar: el aria Confusa smarrita, con seguridad el número más popular de la ópera, los recitativos acompañados y el cuarteto Deh! In vita ti serva, un número de conjunto, algo nada habitual en la ópera seria, normalmente se aprovechaban para situaciones cómicas en la ópera buffa, y que sin embargo se convirtió en una de las marcas de estilo de Vinci.

La reacción de Marzia ante el violento rechazo de su padre tras conocer su amor por Cesare se refleja en el aria Confusa, smarrita. Los primeros tres versos del texto están musicados con fragmentos cortos de tres corcheas, replicadas por otras tres corcheas en el acompañamiento sincopado del bajo continuo, dando al aria una gran sensación de ansiedad. Reforzado este efecto por la ausencia de un ritornello inicial, lo que crea más confusión en el público que no espera la entrada directa de la voz, y las interrupciones continuas del discurso de la cantante, indicadas en el libreto por puntos suspensivos. Las frases entrecortadas y sin aliento en arias rápidas compuestas en modo menor se convertirían en modelo para personajes angustiados durante todo el siglo XVIII italiano, así como para el Sturm und Drang centroeuropeo. Reminiscencias de esta Confusa, smarrita se encuentran en los números que llevan este mismo texto en las obras homónimas compuestas posteriormente por Leonardo Leo y Antonio Vivaldi, lo que demostraría la popularidad del aria de Vinci en la época.

Los recitativos acompañados de este tercer acto se ubican en los dos elementos de mayor controversia escénica, las orillas del río y el suicidio de Catone. El primero de ellos, el recitativo accompagnato de Marzia, Pur veggio alfine un raggio, se sitúa en el intento de la huida de la heroína. El acompañamiento comienza con la cuerda en sostenuto, momento en el que Marzia describe la oscuridad y la tristeza, cambiando a un acompañamiento en trémolo al pasar a expresar temor. Al oír los pasos y las voces de sus perseguidores, las cuerdas avivan su figuración y se aumenta la dinámica por la adición de las trompas en la instrumentación del recitativo. La fuga de la hija de Catone se ve definitivamente frustrada por la aparición de Emilia y sus secuaces, decididos a tenderle una emboscada a Cesare, que a su vez está yendo en busca de Marzia.

Tras la capitulación de Útica, Catone y Emilia arrojan al suelo sus espadas en señal de derrota, preparando la situación dramática para el cuarteto Deh! In vita ti serva, en el que Cesare y Marzia intentan aplacar los impulsos de muerte y venganza del anciano romano y la viuda de Pompeyo. Vinci había empleado ya en óperas anteriores un número de conjunto coincidiendo con el clímax dramático anterior al desenlace de la trama principal, por tanto, la omisión del cuarteto en la posterior revisión del libreto realizada por Pietro Metastasio tras las críticas recibidas en el estreno romano, hace suponer que la idea del conjunto provino del compositor y no del poeta. Con música de agitación extrema, introduce los corni da caccia en los últimos ritornelli y no desde el comienzo del cuarteto con la intención de reforzar la confirmación del triunfo imperial tras las dudas mostradas al inicio del número por Catone y Emilia.

El personaje de Catone no tiene arias en este último acto, todas sus apariciones musicales se establecen como recitativos, entre ellos tres intervenciones de recitados acompañados dentro de la gran escena final relacionada con su suicidio. La primera intervención es uno de los más tempranos ejemplos históricos de un recitativo accompagnato à due, en el que Marzia trata de consolar a su padre moribundo, sobre acordes sostenidos de la cuerda, y Catone expresa, acompañado por trémolos agitados, que únicamente podrá aplacar su dolor aceptando a Arbace como esposo y jurando odio eterno a Cesare. La siguiente aparición recitada con acompañamiento se produce después de que Marzia cede a la petición de su padre y Catone abraza a su hija por última vez. La muerte de Catone se establece como un recitativo accompagnato en las intervenciones del anciano moribundo, intercaladas por breves comentarios del resto de personajes sobre recitativo secco. En el momento anterior a la muerte el acompañamiento consiste en pasajes cromáticos de acordes disminuidos. Metastasio representa las fuerzas fallidas de Catone insertando pausas entre las palabras que Vinci reproduce literalmente en la música.

En el último recitativo accompagnato, el número final de la ópera, el arrepentido Cesare lanza su corona de laurel al suelo maldiciendo su victoria. Las intervenciones del general romano van intercaladas entre breves y excitados ritornelli de dos compases, finalizando la ópera con una corta y violenta sacudida orquestal.

Último