Nº 6. 4 ex-alumnos de percusión del CPM Huesca

4 ex-alumnos de percusión del CPM Huesca
Paula Béjar, Lorién Cosculluela, Gonzalo Zandundo y Javier Sampériz
 por BLANCA GASCÓN, profesora de percusión CPMH





El Conservatorio Superior de Música de Aragón (CSMA) es uno de los centros de enseñanzas  artísticas con mayor proyección nacional e internacional. De los 13 alumnos con que cuenta actualmente la cátedra de percusión del CSMA, 6 son aragoneses y en el CPM Huesca nos sentimos muy orgullosos de que 4 de ellos se hayan formado en nuestro centro. Paula Béjar y Javier Sampériz finalizan sus estudios superiores en este curso, Gonzalo Zandundo cursa 3º y Lorién Cosculluela ha realizado su primer curso este año.
Cada uno de ellos se encuentra en un momento distinto dentro de su formación y desde aquí queremos saber cómo está siendo su experiencia y cuáles son sus planes de futuro. 

¿A qué edad empezó vuestra relación con la música? 
P.B. A los 5 años en la Coral Oscense.
J.S. A la edad de 6 años tocando el saxofón de la mano de mi abuelo José Luis Sampériz que entonces era el director de la Banda Municipal de Música de Huesca.
G.Z. A los 6 años, empecé a estudiar guitarra y batería en la academia Albéniz de Huesca, aunque ya desde muy pequeño tengo fotos con tambores o baterías de plástico. L.C. A los 4 ó 5 años en la Banda de Música de Huesca.
L.C. A los 4 ó 5 años en la Banda de Música de Huesca.

¿Qué os atrajo de la percusión y por qué decidisteis estudiar en el Conservatorio?
P.B. Hice las pruebas al Conservatorio para estudiar guitarra, pero me quedé sin plaza y acabé en percusión por casualidad.
J.S. Cuando yo tocaba el saxofón recuerdo golpear la funda del mismo como si de una batería se tratase con dos “palos”. Siempre me sentí atraído por la sensación de percutir y golpear. Impulsado mi familia tomé la decisión de hacer la prueba de acceso al conservatorio con el fin de desarrollarme en una formación mas profesional.
G.Z. Desde muy pequeño me encantaba ir a todos los actos relacionados con tambores e instrumentos de parches. Jesús Prades, percusionista oscense y mi profesor de batería en mis inicios con la percusión, fue quien informó a mis padres de la posibilidad de hacer las pruebas al Conservatorio. En un primer momento no fui seleccionado y entré gracias a la renuncia del puesto de delante mío. Siempre en la música como en la vida la suerte es bastante decisiva en algunas ocasiones…
L.C. Me atraían los tambores de una agrupación tradicional que solía hacer actuaciones en mi colegio, y por supuesto, la batería. Mi profesor de la Banda me recomendó hacer pruebas al conservatorio, ya que se estaban acabando las plazas de percusión, y así fue, mi curso fue la última promoción en 4 ó 5 años. Los instrumentos que descubrí en la banda (xilófono, timbales, cajas,…) me gustaron todavía más, todo ello me animó, además de que mi hermana estudiaba ya en el Conservatorio.

¿En qué momento descubristeis que queríais ser músicos profesionales y estudiar el grado superior?
P.B. Cuando conocí a Blanca Gascón.
J.S. Al pasar las pruebas de acceso a grado medio.
G.Z. A los 14 o 15 años en el instituto empezaban a preguntarte sobre tu futura carrera y fue la primera vez que vi claro que quería dedicarme a la música diariamente. Lo considero un privilegio.
L.C. En el último momento, 3 meses antes de acabar 6º de EP, acudí a las jornadas de orientación del CSMA y cambiaron la forma de ver mi futuro. Yo estaba convencido de estudiar informática, pero decidí quedarme un año más en Huesca para prepararme bien las pruebas y estudiar Grado Superior en Zaragoza como lugar prioritario.

¿Cómo describiríais vuestro paso por el CPM Huesca?
P.B. Una gran experiencia, a muchos niveles.
J.S. Una etapa que recuerdo con especial cariño ya que fue en esta etapa donde comencé a forjar mi camino como músico y percusionista, aparte de llevarme grandes amigos y momentos.
G.Z. Lo recuerdo con momentos muy buenos pero también momentos malos, pero creo que todas esas vivencias son las que te hacen aprender mucho más. Debo decir que el amor por tocar percusión fue lo que me daba fuerzas para aguantar asignaturas como lenguaje musical o más adelante armonía, las cuales en su momento odiaba pero más adelante comprendí que son una base fundamental en cualquier músico.
L.C. Intenso, variado, educativo y sobre todo divertido. En el conservatorio he conocido personas que me han ayudado a crecer y madurar, buenísimos amigos y profesores que hacen del tiempo que pasas ahí un tesoro que guardas y nunca olvidas.

¿Y la relación con tus compañeros de aula, del centro, sus profesores?
P.B. El Conservatorio era mi segunda casa, no sólo porque pasaba muchas horas allí, sino por la fantástica relación que tenía con mis compañeros y profesores.
J.S. La relación con los compañeros siempre fue estupenda y aún mantengo muy buena relación de amistad tanto con compañeros que dejaron el estudio de la percusión, como con otros que actualmente siguen luchando por mis mismos sueños. En cuanto a los profesores nada mas que palabras de agradecimiento por todo lo aprendido y también me llevo a grandes amigos.
G.Z. La relación con mis compañeros de PERCOSCA fue muy buena siempre, algunos como Javi, Lorién y Paula tomaron el mismo camino que yo y día a día estoy con ellos estudiando o ensayando. Mi relación con los profesores fue bastante buena con todos. Destacando la figura de Blanca Gascón, creo que la docencia es una virtud que no todos los músicos tienen puesto que en ocasiones es complicado enseñar a alumnos de edades tan tempranas así que se necesita una gran paciencia, comprensión y dedicación por parte de los profesores. Todo ello sumado a las grandes cualidades de Blanca como percusionista hacen de ella una profesora que consigue grandes resultados con los alumnos.
L.C. Con los compañeros genial, sobre todo en las aulas de percusión, donde siempre reina ese ‘buen rollismo’ entre alumnos y profesora. Profesores magníficos como Chabier Pérez, Antonio Viñuales o Marta Barrena con los que siempre guardas una relación de cariño especial.


¿Qué os motivó a elegir el CSMA para continuar vuestros estudios superiores?
P.B. y J.S. El hecho de que sea uno de los Conservatorios Superiores públicos más importantes de nuestro país.
G.Z. Conocí a los profesores dos años antes de hacer las pruebas y en su momento pensé que todos podían aportarme mucho y podría aprender de ellos. Por ahora creo que tomé la mejor decisión.
L.C. Primero, que es un centro magnifico en cuanto a profesorado e infraestructuras; segundo, que ya tenía buenos amigos que estaban dentro; y tercero, que es muy accesible desde Huesca.

¿Quiénes son vuestros profesores actuales?
César Péris: Responsable de la Cátedra de Percusión del CSMA y profesor de parches. Es con quien que más clases tenemos y más tiempo pasamos.
Verónica Cagigao: Marimbista, artista de Innovative Percussion, y miembro fundador de Tak-Nara Percussion Group. Es nuestra profesora de marimba.
Paco Inglés: Percusionista principal del Palau de Les Arts de Valencia y profesor en Percusons. Es nuestro profesor de Repertorio Orquestal.
También este curso hemos tenido a Ignasi Doménech: Freelance con la Orquesta de la Radio de Baviera (sustituyendo a Veronica Cagiagio por baja de maternidad). 

¿Cómo es el aula de percusión del CSMA y cómo son vuestros compañeros?
TODOS: Las aulas son un espacio en el que reina el orden y se puede estudiar a gusto.
Hay muy buen ambiente entre los 13 compañeros de percusiones del CSMA. Se convierten en tu segunda familia.

¿Cómo es vuestro día a día en el conservatorio? 
TODOS: Realmente en el CSMA no todas las semanas son iguales: hay semanas con una importante carga de proyectos instrumentales, otras semanas cargadas de masterclasses y audiciones y otras semanas de centrarte al cien por cien en el estudio y las clases, pero realmente el factor común en las aulas de percusión del CSMA es el trabajo constante. Además de las horas de estudio diario dedicado a la percusión tenemos asignaturas teóricas imprescindibles en la formación de un músico. También intentamos intercalar entre las clases algún descanso y algo de deporte a lo largo del día.

¿Qué es lo que más os gusta de ser músicos?
P.B. La capacidad de hablar un lenguaje que traspasa fronteras.
J.S. Hacer música y todo lo que esto conlleva, como conocer gente que comparte tus mismas pasiones, viajar, la adrenalina de subirte al escenario, crecer como músico a la vez que como persona.
G.Z. Destacaría sobre todo las sensaciones que tengo después de hacer una buena prueba o acabar un concierto y sentir que todo el trabajo diario se ve recompensado en ese momento.
Creo que esas sensaciones son únicas y siempre las recuerdo. 
L.C. Poder interpretar.

¿Quién ha tenido más influencia en vuestra formación como músicos?
P.B. y L.C. Blanca Gascon, nuestra profesora del CPMH.
J.S. En grado medio y elemental mis profes como Blanca, Rubén, Marina, Eva o Vicente, así como Raúl y Esaú de la etapa que viví en la escuela Madrid OKHO y en el superior pasan a ser tener gran influencia tus profesores, tus compañeros y las masterclasses y consejos que vas recibiendo de diferentes sitios.
G.Z. Mis profesores de percusión: Blanca, Rubén, César, Verónica y Paco, además de mi profesor de batería Emmanuel con el que me encanta quedar a tocar y a hablar cuando estoy en Huesca. Y el Maestro Sampériz, al que siempre recuerdo con gran cariño.


¿Cómo han influido vuestras familias en vuestra carrera musical?
P. B. Siempre me han apoyado, especialmente mis padres.
J. S. En mi caso han influido positivamente, ya que la mayoría de mi familia son o han sido músicos y por ello siempre la música ha estado presente en los eventos familiares . Creo que es realmente importante, no solo en la música sino en la vida, que tu familia crea y apoye lo que haces.
G.Z. Muy positivamente. Han sido muchos viajes acompañándome al conservatorio o a ensayos desde pequeño y desde entonces hasta ahora siempre están presentes en conciertos y momentos importantes para mí con una sonrisa.
L.C. Apoyándome en todas las decisiones que he tomado, aunque en cuanto a la herencia musical típica de las familias de músicos, yo no la tengo.

¿Podríais decir los mejores momentos que habéis tenido estudiando percusión y alguno de los no tan buenos? 
P.B. Los mejores y los peores momentos de mi vida como percusionista han tenido lugar en un escenario.
J.S. Me quedaría con la semana que estuve en Tel Aviv trabajando con el Ensamble Contemporáneo de Israel. Los no tan buenos pero de los que realmente uno aprende, son todos esos momentos de estrés que conlleva el trabajo duro dentro de la carrera musical.
G.Z. Mis mejores momentos son cuando cumplo objetivos como por ejemplo entrar en la plantilla de orquestas que considero importantes. Uno de mis mejores recuerdos fue tocando la sinfonía Alpina de Strauss con la Orquesta Sinfónica de Galicia bajo la dirección de Jesús López Cobos. Los peores momentos son los viajes largos de vuelta cuando no has tenido un buen día en una prueba o un concierto. En esos momentos intento escuchar música y despejar la cabeza.
L.C. Musicalmente, algunos de esos momentos tocando, donde escuchas la música y sientes que es lo que quieres hacer. Personalmente, encuentros de percusión donde me lo he pasado genial con mis compañeros. Los malos diría yo que son los que tuve de duda sobre mi futuro, son momentos raros en los que o vas a un sitio o a otro, y el retorno no es del todo posible.

¿Qué proyectos tenéis próximamente?
P.B. Estudiar el Máster de Profesorado y seguir formándome como percusionista.
J.S. El Máster de Orquesta que voy a realizar durante dos años en Maastricht (Holanda) con Raymond Curfs (Timbal Solista de la Orquesta de la Radio de Baviera).
G.Z. Mi próximo proyecto será en verano con la Orquesta del Festival Schleswig Holstein, con la que estaré desde el 2 de julio hasta el 21 de Agosto tocando en Alemania y Dinamarca.
L.C. Mi primer recital final como alumno del CSMA, y pasar un par de semanas en verano con la Joven Orquesta de Cantabria (JOSCAN).


¿Cual sería vuestra situación laboral ideal para el futuro?
P.B. Ser profesora de percusión en un Conservatorio y poder impartir conciertos.
J.S. Con los años he ido entendiendo que la música no se resume en un puesto laboral o un sueldo, un músico es una persona que durante toda su carrera se forma y se moldea, pero si tuviera que elegir hoy en día, diría que una plaza en una orquesta sinfónica.
G.Z. Principalmente vivir de la música, pienso que en estos tiempos es una gran suerte.
L.C. No es algo que tengo demasiado claro todavía, pero desde luego, poder tocar, hacer música, ya sea como solista, en una orquesta, en un ensemble contemporáneo o cualquier otra agrupación, y poder vivir de ello.

¿Qué consejo daríais a los alumnos actuales del CPMH, tanto a los que están empezando como a los que están a punto de terminar?
P.B. Que trabajen y disfruten a partes iguales.
J.S. Que si les gusta de corazón tanto la música como la percusión que busquen la manera de mejorar en estos dos ámbitos ya que se enriquecerán como músicos y como personas. Y  que no se olviden de disfrutar de algo tan bonito como es el hacer música.
G.Z. Creo que ser alumno del CPMH y compaginarlo con los institutos, colegios o diferentes actividades extraescolares supone un gran sacrificio para ellos así que solo por eso les felicito a todos y les animo a disfrutar de la música día a día. L.C. Que escuchen mucha música.

Ronda de preguntas rápidas,

Un compositor predilecto:  
P.B. Ludwig Van Beethoven.
J.S. Anton Bruckner.
G.Z. Gustav Mahler.
L.C. Mahler o Beethoven.

Una obra favorita:
P.B. La consagración de la primavera, de Stravinsky.
J.S. Overture 1812, de Tchaikovsky.
G.Z. Sinfonía Alpina, de Strauss.
L.C. One Study One Summary, de Psathas.

Un percusionista:
P.B. Keiko Abe.
J.S. Raymond Curfs.
G.Z. Isao Nakamura (solista) y Wieland Welzel (orquesta).
L.C. Philippe Spiesser y Simone Rubino.

Un libro:
P.B. Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez.
J.S. Siddhartha, de Hermann Hesse.
G.Z. El Diario de Ana Frank.
L.C. El nombre del viento, de P. Rothfuss.

Una película que ver:
P.B. Amour, de Michael Haneke. 
J.S. El indomable Will Hunting. 
G.Z. El lado bueno de las cosas. 
L.C. Una mente maravillosa.

Un hobby para desconectar:
P.B. Ir al cine. 
J.S. El yoga o el Running. 
G.Z. Pádel. 
L.C. Deporte y cine.

Una comida sin la que no puedes pasar:
P.B. Chocolate. 
J.S. Unos buenos huevos rotos con Jamón.
G.Z. Jamón
L.C. Pasta.

Un sitio para vivir:
P.B. España.
J.S. Cualquier rincón del mundo en general, pero España es especial.
G.Z. Cerca del mar.
L.C. Huesca.

Una anécdota que cambió algo de ti:
P.B. Hace tiempo, participando en unas jornadas de atletismo, me caí al comienzo de una carrera. Pese a que me hice bastante daño en la pierna decidí continuar y conseguí llegar a la meta en primer lugar. No estoy segura de si hubiese logrado ganar sin esa caída.
J.S. A nivel profesional me quedo con divertidas metidas de pata en conciertos con diferentes compañeros.
G.Z. En mi primer año en el CSMA rompí en ensayos dos instrumentos. Eso me enseñó a ser más cuidadoso y tomarme con más calma el día a día que muchas veces es muy agobiante.
L.C. Una vez en un viaje con Percosca, un compañero y yo rompimos algo, y nuestra profesora se preocupó más por nuestra seguridad que por lo que habíamos roto. Me hizo ver un poco, ya que era muy crío, que el valor de algunas cosas es nada dependiendo de la situación.

Un sueño por cumplir:
P. B. Desarrollar un espectáculo de percusión.
J.S. Seguir creciendo como músico y persona, seguir haciendo y aprendiendo mucha música, conociendo a a diferente gente y descubriendo distintos rincones del mundo.
G.Z. Tocar en las salas de conciertos más importantes actualmente.
L.C. Ser timbalero en una gran orquesta.
G.Z. Tocar en las salas de conciertos más importantes actualmente. 
L.C. Ser timbalero en una gran orquesta.
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